Nacido en Mar del Plata, realizó sus estudios en la Universidad Nacional de Mar del Plata y su carrera dentro del organismo comenzó hace casi 40 años: fue becario, investigador ?actualmente investigador principal- y flamante director de CONICET a nivel local.
«En 1981 cuando me recibí en la Facultad de Ingeniería ya sabía que quería iniciar una carrera en la investigación. En ese momento obtuve mi primera beca de CONICET para realizar mi doctorado en Santa Fe. Luego estuve un tiempo en Estados Unidos y me reinstalé en Mar del Plata definitivamente en 1993», relata Eliçabe.
A su regreso, inició su carrera como investigador propiamente dicha y como profesor en las aulas locales. Al mismo tiempo, la gestión y política universitaria comenzaron a ganar espacio en su vida: fue secretario de la Facultad de Ingeniería, Secretario de Ciencia y Técnica y Vicerrector de la UNMdP y desde hace 3 años es Director de uno de los institutos más importantes de CONICET a nivel nacional, el Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA, CONICET-UNMdP).
¿Cuáles considera los principales desafíos a nivel local para CONICET?
Creo que hay dos cuestiones importantes que necesitan ser trabajadas con mayor profundidad. Una de ellas es la vinculación con el medio, pero no sólo a nivel transferencia de conocimiento o tecnología, sino un acercamiento más palpable a la sociedad, y también a los estamentos locales. Creo que es necesario un trabajo más cercano con la Municipalidad de General Pueyrredon, y con los representantes de los sectores empresariales y laborales de la ciudad como son las cámaras de comercio y los sindicatos.
Necesitamos aproximarnos a la comunidad para poder luego acercarles el conocimiento que generamos aquí mismo en Mar del Plata. Las políticas científicas se determinan centralmente y eso permite definir líneas generales, pero queda luego mucho trabajo para hacer local y regionalmente.
Un buen ejemplo de acercamiento con el medio local podrían ser los observatorios, que en su versión ambiental son impulsados por los Centros Científicos Tecnológicos de la provincia de Buenos Aires con el proyecto de Red Ambiental, y que pueden interesar mucho a los organismos públicos y privados de la ciudad. Esto brinda la posibilidad de trabajar mancomunadamente en temáticas concretas que tengan un efecto directo en el medio local.
Otro de los desafíos que considero necesario abordar es el de dotar de mayor autonomía a los Centros Científicos Tecnológicos para que vayan ganando mayor poder de decisión y puedan tomar decisiones más allá de lo administrativo. Esto permitirá cumplir realmente con el objetivo de descentralización planteado en forma general al momento de su creación.
El vínculo con la Universidad es algo a trabajar también. Hay que reforzar los lazos institucionales y romper viejos tabúes que impiden muchas veces el trabajo conjunto.
¿Cuál es su lectura sobre la situación actual de la ciencia a nivel nacional?
Creo que actualmente el sistema científico atraviesa una situación de incertidumbre que puede resolverse de distintas maneras. En la medida que la resolución se dé a través de un proyecto de crecimiento que proponga una ciencia comprometida con el desarrollo económico y social del país, las cosas van a andar bien.
Tenemos mucho para hacer y pondré mis mejores esfuerzos como Director a nivel local, con todo el apoyo de mis colegas en el Consejo Directivo y con los que venimos gestionando y trabajando en conjunto desde hace muchos años.