“Ingresé a CONICET en el año 1980, por lo que llevo 38 años dentro del organismo y esto me permitió verlo evolucionar en todas sus etapas. Siempre fue un espacio bastante conservador en su modalidad y funcionamiento y en sus inicios era más precario en su organización administrativa. En los últimos 20 años, se modernizó y posee una dinámica institucional comparable a las mejores instituciones de ciencia del mundo”, relata Eliçabe.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas fue creado un 5 de febrero de 1958 por las iniciativas de Bernardo Houssay, quien en 1947 por su trabajo de investigación en pos de los avances para el tratamiento de la diabetes, obtuvo el Nobel de Fisiología y Medicina. Casi diez años después de recibir la distinción, se convertiría en el primer presidente del CONICET, ente autárquico creado por decreto (1291).
Houssay le infundió a la institución una visión estratégica expresada en claros conceptos organizativos. Su misión, desde su origen hasta el día de hoy, es la “promoción y ejecución de actividades científicas y tecnológicas en todo el territorio nacional y en las distintas áreas del conocimiento”, siempre apuntando al avance científico y tecnológico en el país, al desarrollo de la economía nacional y al mejoramiento de la calidad de vida, considerando los lineamientos establecidos por el Gobierno Nacional.
En sus sesenta años de existencia a partir del puntapié de Houssay, el organismo creció de manera exponencial: ya cuenta con más de 10 mil investigadores, 11 mil becarios de doctorado y postdoctorado, 2600 técnicos y miembros de la Carrera de Personal de Apoyo a la investigación y casi dos mil administrativos, distribuidos a lo largo del país en sus 15 Centros Científicos Tecnológicos, 11 Centros de Investigación y Transferencia, 1 Centro de Investigación Multidisciplinaria y más de 260 institutos y centros de doble y triple dependencia con universidades nacionales.
En Mar del Plata, CONICET continúa su evolución y progreso con casi mil agentes en la ciudad y la zona, nueve institutos de prestigio a nivel nacional e internacional y con una estructura administrativa que sostiene y trabaja cotidianamente en pos de la excelencia y la visibilización de la labor y la importancia de la ciencia en Mar del Plata.
“Pasamos de ser una simple delegación donde se entregaban los recibos de haberes para transformarnos en una oficina administrativa integrada por profesionales en distintas ramas de la administración. La oficina de CONICET Mar del Plata brinda servicios al personal, administra recursos económicos y se ocupa de mantener el vínculo institucional con los distintos estamentos de la sociedad”, relata el actual director e investigador principal.
En estos últimos años, se crearon nuevos institutos que trabajan en las áreas de Humanidades y Ciencias Sociales, la Psicología Aplicada y la Tecnológica, la Electrónica, entre otros. “Tenemos numerosos Investigadores y becarios que recibieron premios y reconocimientos a nivel nacional e internacional y hemos generado nuevos lazos inter-institucionales con el fin de difundir y potenciar nuestra actividad. Además, en los últimos años se ha incrementado la obtención de recursos para la adquisición de equipamiento y construcción de infraestructura”.
“Para este año, apuntamos a profundizar nuestra relación con la Universidad Nacional de Mar del Plata y su nueva gestión a cargo de Alfredo Lazzeretti y Daniel Antenucci para trabajar en los temas que atraviesan a ambas instituciones con el fin de apostar a su crecimiento”, explica Eliçabe.
Y agrega: “tenemos planificadas acciones que nos acerquen a la comunidad como la primera Muestra Fotográfica de la Ciencia en el Paseo Aldrey para el mes de junio, un ciclo de charlas en el Shopping Los Gallegos con temáticas como agroquímicos, contaminación ambiental y energías renovables, entre otros”.