La dinámica del Café Científico promovida por el INBIOTEC tiene la finalidad de abordar temáticas de actualidad y de importancia en la sociedad. “El cuestionamiento a la aplicación de las vacunas es un tema de impacto y por eso celebramos este encuentro, para hablar sobre las dudas que existen”, fueron las palabras de inicio que manifestó Graciela Salerno, investigadora superior del CONICET Mar del Plata y Directora del INBIOTEC.
Una vacuna sirve para que una persona pueda defenderse de un agente patógeno. “En diferentes estudios realizados, por cada millón de personas no vacunadas las consecuencias superan a los 300.000 infectados y con la posibilidad de alcanzar las 2000 muertes, contra la misma cifra de personas que se aplican las vacunas, son 999.966 personas sin efectos adversos o contraindicaciones”, manifiesta Manzo.
La aparición y persistencia en todo el mundo de brotes de enfermedades denominadas “muertas” como el sarampión o la poliomielitis, entre otras, incentivan a la creación de espacios de información sobre las vacunas y sus aplicaciones. “No hay alternativa a la aplicación de las vacunas. La aparición de las enfermedades muertas por los movimientos antivacunas, confirman que la aplicación funciona y que existen las herramientas para poder erradicarlas”, expresa Manzo.
Cuando una persona se aplica una vacuna no sólo obtiene un beneficio individual de prevención sino también uno social, evitando el contagio y propagación de las enfermedades. “Lo que se conoce como `comunidad rebaño’ es cuando una comunidad vacunada protege a la persona que no lo está porque no hay contagio. Si aumenta el número de personas no vacunadas aumenta el riesgo”, explica Bontempi.
Botempi tiene como línea de trabajo la investigación y desarrollo de nuevas vacunas, en especial, para la enfermedad de chagas. “Desde la investigación y desarrollo de vacunas, confiamos en las vacunas como método de prevención. Además, transmitimos información precisa para que la sociedad pierda el miedo y no haya desconocimiento”, manifiesta Bontempi y concluye “las vacunas son un mecanismo de control y de mejora natural de la salud.
Luego de las disertaciones, el auditorio de más de 30 personas, inició una serie de preguntas e inquietudes que dieron lugar a un espacio de debate e intercambio de experiencias y consultas sobre la temática.