En 1960 se estableció en Argentina que el tercer domingo de agosto sería, en adelante, el día del niño. Esta fecha se propuso por recomendación de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para que todos los países tuvieran un día para promover el bienestar de las infancias mediante actividades sociales y culturales. En el 2020 el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación Argentina propuso, a través de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) que la celebración pasara a llamarse Día de las Infancias. Este cambio en la denominación busca reconocer las diversidades en su sentido amplio.
Claudia Mikkelsen es investigadora del CONICET, con lugar de trabajo en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades (INHUS, CONICET-UNMDP) y codirectora del Grupo de Estudios Sobre Población y Territorios (GESPyT) de la Facultad de Humanidades de la UNMdP, es geógrafa y desde sus investigaciones busca evaluar el bienestar de las niñeces rurales y urbanas desde un área de la geografía que resulta tan nueva como necesaria. Se trata de la geografía de la niñez y su calidad de vida, un campo de debate que modifica el enfoque histórico de la disciplina. Claudia explica que no se trata de investigar sobre los niños y niñas, sino para y con ellos, entendiendo que son actores sociales que interactúan con otros y con el espacio, y que son parte activa de la sociedad.
Geografía de la infancia bonaerense
Mikkelsen, junto a la Graciela Tonon de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, han realizado relevamientos sobre la satisfacción que sienten las infancias respecto de sus hogares y sus barrios en el sudeste de la provincia de Buenos Aires a través de estudios cuantitativos. En esta forma de trabajar las investigadoras consideran que la infancia es un punto de referencia para la calidad de vida, ya que son una porción de la población que no siempre tiene voz, a pesar de ser sujetos de derecho, y habitan un espacio que está diseñado por y para adultos. Pero sobre todo porque las niñeces son importantes en el tramado social, no como la sociedad del futuro, sino porque son miembros activos de la sociedad actual.
Las investigaciones que lleva adelante Mikkelsen contemplan la multi-escalaridad, donde cada una de los niveles evaluados tendrá sus dificultades y ventajas. “Se puede considerar una escala chica, a nivel país, por ejemplo, y en ese caso los datos serán obtenidos a partir del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y sus censos generales o bien distintas entidades gubernamentales que recaban esta información. Pero también podemos ampliar la escala y llegamos al partido, a la ciudad, al barrio o a los hogares. En este caso los números dejan de ser tan generales, pero nos aproximamos al sujeto que en nuestro caso son las niñas, niños, padres, madres, familias y esto es lo que buscamos. Sin embargo, también vamos a tener dificultades. Siempre hay que contemplar que el espacio geográfico nos condiciona y nosotros lo condicionamos a él por eso hay que contemplar que los niños y niñas viviendo en determinados recortes espaciales son condicionados y están condicionando a la dinámica propia del espacio”, añade la geógrafa.
Las investigadoras evaluaron el nivel de satisfacción de niños y niñas de doce años respecto a sus hogares en el partido de General Pueyrredon. Para ello se les preguntó sus características básicas, como el número de cuartos, de baños, la presencia de servicios básicos, si compartían el lugar de descanso, si tenían en donde estudiar y qué tan satisfechos estaban con el lugar que habitaban. Como una de las conclusiones observaron que el nivel de satisfacción era bastante alto y que, según las respuestas que niños y niñas indicaron, no había superpoblación en los hogares. Lo cual resulta sumamente positivo, ya que la casa es el primer lugar de cobijo y protección que las infancias tienen.
Además, Mikkelsen y Tonon investigaron y publicaron en conjunto otro trabajo donde evaluaron el nivel de satisfacción de niños y niñas de ocho y diez años de edad respecto de los barrios en los que habitan en los distritos de Mar del Plata, Balcarce, San Cayetano, Lomas de Zamora, Banfield y Ramos Mejía. Para ello se les consultó acerca de los lugares que tenían para el esparcimiento, la sensación de seguridad que experimentaban, la disponibilidad de espacios abiertos para utilizar y la presencia de otras personas en el área. En este caso las especialistas encontraron que los niveles de satisfacción no fueron tan altos como en los hogares y que en las ciudades más pequeñas el nivel de satisfacción era mayor que en aglomerados grandes.
La información de ambos estudios resulta indispensable para el desarrollo de políticas públicas que involucren a la niñez. Además, es uno de los objetivos que persiguen las investigadoras: ser un insumo clave en la mejora de la calidad de vida para las infancias.
Origen de la geografía de la niñez
La geografía es una de las disciplinas antigua dentro de las ciencias sociales. Las geografías del género, que es de donde se desprenden las geografías de la niñez, tuvieron su auge a partir de 1980 e instalaron el uso de metodologías cualitativas. Inicialmente fueron las geógrafas anglosajonas, en los años 90 quienes llevaron adelante la disciplina. “Sin embargo las herramientas que ellas generaron debieron ser adaptadas a este territorio, porque las problemáticas que plantean a veces no tienen `similares maneras de ocurrir en la situación local. Siempre decimos que hay que tener cuidado con el saber exo-dirigido. Debemos contemplar siempre nuestro contexto argentino y latinoamericano”, explica Mikkelsen. Así, por ejemplo, Mikkelsen y Tonon fueron parte del proyecto organizado por la organización Children’s Worlds que consistió en la medición de niveles de satisfacción de la niñez en cuatro instancias. El relevamiento se realizó en 34 países y Argentina participó en la segunda y tercera etapa ajustando el instrumento a la situación y lenguaje local.
Claudia Mikkelsen cuenta que la información necesaria para este tipo de estudios no siempre está disponible fácilmente, muchas veces tienen que obtenerla mediante encuestas y entrevistas, implementando herramientas cuantitativas y cualitativas. En el caso del relevamiento de encuestas aplicadas a niños de ocho, diez y doce años de edad, después de gestionar todos los permisos necesarios para acceder a la población escolar y de coordinar con los directivos, representantes legales y docentes, las investigadoras llegaban al aula a explicar e implementar las encuestas que serían insumo para sus investigaciones. Pero el recorrido de la investigación no se terminaba ahí. Claudia sostiene: “siempre es importante volver a la comunidad que nos brindó la información para devolverles no sólo los resultados, si no también todo aquello que de esa investigación pudiese resultar”. En ese sentido las investigadoras, junto a otros especialistas, cuentan con dos libros publicados que son de libre acceso: Investigar la calidad de vida con niños y niñas y Calidad de vida de niños y niñas en Argentina y en Sudáfrica: una propuesta desde la relación Sur-Sur que han compartido con sus comunidades en diferentes ocasiones.
El encuentro de lo personal y lo profesional
Claudia cuenta que inició el camino que la condujo a la geografía de las infancias por el 2000 con su tesis de grado para alcanzar el título de Licenciada en Geografía. Aquel trabajo abordaba la incorporación de innovaciones tecnológicas en el agro pampeano, que la llevó luego a concentrarse en el bienestar de esas poblaciones rurales y, más adelante, a enfocar sus esfuerzos en analizar la calidad de vida de las infancias de dichas poblaciones. Pero en su charla, su paciencia al explicar se transluce un origen aún más profundo de su profesión. Y es que Claudia fue una niña rural, con una infancia tranquila en el área rural próxima a la localidad de Energía en el límite entre el Partido de San Cayetano y Necochea.
“Yo soy una niña rural y en este momento de mi vida vuelvo a eso para poder darle voz, sentido y significatividad a esas niñeces rurales que aunque sean un porcentaje muy pequeño no deja de ser un número importante”, dice Claudia mientras calcula: “Casi el 98 por ciento de las niñeces son urbanas, pero si hay al menos un uno por ciento que sigue siendo rural en 44 millones de personas en Argentina significa que sigue habiendo muchísimos niños y niñas rurales que carecen de ciertos elementos importantes para su bienestar y calidad de vida, como por ejemplo la conectividad”.
La investigadora cuenta que de ninguna manera esa niña podía imaginar ser hoy docente universitaria e investigadora que les da voz a quienes no la tienen. Y que ese recorrido no hubiera sido posible si sus padres no hubieran escuchando sus deseos y necesidades. También recuerda que tuvo mucha influencia la carrera de geografía de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires, donde cursó sus estudios de grado y la maestría, especialmente la docente e investigadora Diana Lan, quien la convocó a realizar el primer relevamiento de datos primarios sobre cuestiones de género y le mostró que la geografía, además de enseñarse, podía investigarse. También Graciela Nogar, Patricia Lucero, Guillermo Velázquez y Marcelo Sili, quienes acompañaron su formación de licenciatura, maestría y doctorado.
Desde la geografía de la niñez Claudia y colegas, buscan fomentar la participación de las infancias como interlocutores válidos e importantes en relación a los espacios físicos que habitan diariamente. Si bien existen aún desafíos por abordar en esta temática poco explorada y sumamente necesaria, Claudia avanza con curiosidad y pasión en sus investigaciones para tener infancias felices y sociedades con el bienestar que merecen y para que la niñez sea importante todos los días.
Por Daniela Garanzini para CONICET Mar del Plata
Referencia bibliográfica
Tonon, G., Mikkelsen, C. Childhood Geography: a study about Children’s Satisfaction with Housing in Buenos Aires Province, Argentina. Child Ind Res 15, 399–414 (2022). https://doi.org/10.1007/s12187-021-09893-2
Tonon G, Mikkelsen C. Childhood Geography: a study about Children’s Satisfaction with Housing in Buenos Aires Province, Argentina. Child Indic Res. 2022;15(2):399-414. doi: 10.1007/s12187-021-09893-2. Epub 2022 Jan 9. PMID: 35035605; PMCID: PMC8742710.
Mikkelsen, C. A. (2020). Children’s Geographies and Quality of Life. Encyclopedia of Quality of Life and Well-Being Research, 1-5.