La Ecología puede definirse fácilmente: es la ciencia que estudia la relación que mantienen los seres vivos entre sí y con el medio en el que habitan. Sin embargo, toma una dimensión diferente en cada persona que investiga. Por eso, el CONICET Mar del Plata dialogó con un ingeniero agrónomo, una bióloga y un historiador sobre la concepción que tienen de la Ecología.
¿Qué significa Ecología para un ingeniero agrónomo?
Nahuel Reussi Calvo, investigador adjunto del CONICET y especialista en fertilidad de suelos y nutrición de plantas.
“La Ecología es la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su habitat. La vinculación con mi trabajo es directa porque todas mis actividades de docencia, investigación y extensión dentro de Agronomía van a afectar en algún punto los seres vivos y su habitat. Esto genera que tengamos como objetivo ser eficientes y efectivos en el uso de los insumos para desacoplar la producción del impacto ambiental. Por lo tanto, requiere la integración de saberes provenientes de distintas ciencias y sectores que van más allá de la Agronomía en sí misma, algo que puede definirse como Agroecología.”
¿Qué significa Ecología para un historiador?
Francisco Ramallo, becario postdoctoral del CONICET e historiador, especialista en Psicología y Ciencias de la Educación.
“La Ecología representa una narrativa aunque consciente, individual y paternalista, que narra cómo convivimos lxs sujetxs con nuestros ambientes. Es por eso que junto con la educación ambiental educan para proteger, conservar y revitalizar la materialidad de la existencia muerta y viva. No obstante, creo que la representación de sus saberes continúa celebrando el humanismo y una idea de la especie humana que se ubica como centro del todo que la rodea y que basa su racionalidad en la idea de capacidad. En la medida en que la ecología y la educación ambiental sea individual jerarquiza sujetxs en la dicotómica separación de capaces e incapaces. Mi trabajo como investigador proyecta formas de sensibilizar y de abrazar ambientes para potenciar sentidos interdependientes. Los simbióticos procesos de la especie humana me atraen como objetos de su interpretación desde las afectaciones que habitamos en la pedagogía. Más que como pedagogxs o como sujetxs conscientes, autorizamos narrativas para la investigación en la educación que se reconozcan en el ambiente como pedagogías. Desorientar a la ecología de la individualidad es una oportunidad para dejar de educar ciudadanxs y componer ambientes vivos”.
¿Qué significa Ecología para una bióloga?
Alejandra Echeverría, investigadora adjunta del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC, CONICET-UNMDP) especialista en Ecomorfología Evolutiva, Evolución de sistemas integrados complejos
“El término ecología lo relaciono desde muy pequeña con el cuidado del mundo natural del cual soy parte. A pesar de haber nacido y crecido en una ciudad, desde una edad muy temprana tuve la mirada puesta en la importancia de cuidar el medioambiente y sus seres vivos. Eso fue lo que me permitió saber a mis 11 años que quería ser bióloga ya que a esa edad, comprendía que para «cuidar» debía «conocer». La Ecología tiene que ver con tener conciencia-conocimiento de que somos parte de un sistema natural, que debe estar en equilibrio para que todas sus partes puedan coexistir. Como bióloga, en la actualidad mi trabajo está focalizado en el estudio de distintas adaptaciones morfo-funcionales (es decir, adaptaciones morfológicas con funciones específicas) en un grupo particular de roedores y cómo éstas se relacionan o explican sus rasgos ecológicos distintivos. Como dije más arriba, es fundamental tener conocimiento sobre aquello que queremos cuidar. Y eso es la ecología, el conocimiento que nos permite luego establecer planes de conservación y manejo para intentar vivir en equilibrio dentro del sistema natural que habitamos.”
En definitiva la ecología nos recuerda que nada existe en la naturaleza en individualidad, que los organismos están en permanente relación con el ambiente y con otros organismos. Ya sea que pensemos en el vuelo de una pequeña mariposa o en la investigación realizada por una persona en un país lejano, cada movimiento y aporte tiene impacto en el resto y no sabemos hasta donde llegan esas consecuencias.
Por Daniela Garanzini-Departamento de Comunicación CONICET Mar del Plata