Celso Manuel Aldao nació en 1954 y se graduó como Ingeniero Electricista con orientación en Electrónica en 1980 en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Mar del Plata (FI-UNMDP). Aldao continuó su formación en el Departamento de Ingeniería Química y Ciencias de los Materiales de la Universidad de Minnesota, donde obtuvo su doctorado en 1989. Sus colegas remarcan que su vida estuvo marcada por una activa y fecunda trayectoria en la comunidad de la FI-UNMDP.
A lo largo de su carrera, Aldao se convirtió en un referente internacional en física y química de superficies e interfaces semiconductoras, un logro que se evidencia en las numerosas conferencias que impartió en centros de primer nivel. Además, fue el primer graduado de la UNMDP en alcanzar la categoría máxima de Investigador Superior en la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico del CONICET, un testimonio de su dedicación y excelencia en la investigación.
Aldao ejerció la docencia universitaria por más de 45 años en la FI-UNMDP y durante su estadía en la Universidad de Minnesota. En la FI-UNMDP se desempeñó en casi todas las cátedras del Departamento de Física. Donde se desempeñó como Profesor Titular con Dedicación Exclusiva a partir del fines de 1989.
En la formación de recursos humanos, dirigió a doce investigadores, veintitrés becarios, diez tesis doctorales, once tesinas de grado. Fue miembro de la carrera de Investigador Científico del CONICET desde 1992 y obtuvo la categoría de investigador superior en 2010. Además, deja una producción científica notable, que incluyen ocho capítulos de libros, más de 200 publicaciones en revistas nacionales e internacionales y 157 participaciones a congresos.
El investigador del CONICET y director del Instituto de Investigaciones Científicas y Tecnológicas en Electrónica (ICyTE, CONICET-UNMDP) y colega de Aldao, Gustavo Arenas señala: “El Dr. Aldao fue también un hombre de principios, cuyo ejemplo y valores impactaron a todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo. Su inextinguible curiosidad y su profunda formación en diversas áreas, acompañadas de una sincera espontaneidad, lo convirtieron en un mentor y amigo querido por muchos. El Dr. Celso Manuel Aldao deja un vacío en nuestra comunidad, pero su influencia y enseñanzas perdurarán en la memoria de quienes lo conocieron y en el legado de su trabajo”.