Los 40 años de historia del Instituto de Investigaciones Biológicas

En esta nota recordamos la historia del Instituto de doble dependencia entre el CONICET y la UNMDP, de la mano de tres de sus miembros: el pionero Dr. Gustavo Daleo, la actual directora interina Claudia Casalongué y su vicedirector interino Eduardo Zabaleta.


Dr. Leloir, Premio Nobel de Química, Fundación Bariloche, Golpe Cívico Militar, Dr. Pontis, una joven UNMDP, plantas, mar, más de 200 becarios, más de 100 investigadores en su historia….decenas de premios y reconocimientos….es tanto lo que guardan 40 años de historia en un instituto que excede a paredes y equipamientos.

Un poco de historia

El Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB, CONICET-UNMDP) fue creado en marzo de 1981 por el Dr. Horacio Pontis quien contó con fuerte apoyo del Premio Nobel Dr. Luis Federico Leloir como así también, del entonces Sr. Rector Navarro de la UNMDP, que destinó una superficie de aprox. 600 m2  para la construcción de las instalaciones del Instituto.

El Dr. Pontis, que en ese entonces era director del Departamento de Biología de la Fundación Bariloche junto a la Dra. Salerno, su esposa, encontraron la posibilidad de trasladar los laboratorios y biblioteca de dicho espacio cuando las actividades científicas y docentes se vieron interrumpidas por el golpe cívico militar de 1976. Su objetivo era contribuir con las investigaciones en Ciencias Biológicas en el interior del país como un aporte para cooperar con el futuro y desarrollo del país. Mar del Plata fue elegida como ciudad de emplazamiento por dos razones: tenía una Universidad joven y estaba enmarcada en una región agrícola y marina.

Pronto comenzaron las obras en la terraza del edificio de reciente construcción de la Facultad de Ciencias Económicas y finalmente, el 19 de marzo de 1981 con la presencia del Dr. Leloir, un grupo de colegas investigadores, y autoridades provinciales, municipales y universitarias de la época, se inauguró el IIB.

En el mismo acto fundacional, se creó también, el Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) dependiente de la Fundación para Investigaciones Biológicas Aplicadas (FIBA) también, producto del desmembramiento del Departamento de Biología de la Fundación Bariloche. La creación del IIB como dependencia de la FCEyN estuvo orientada a afianzar en la ciudad las investigaciones básicas o fundamentales en Ciencias Biológicas y promover la formación de recursos humanos de excelencia en el ámbito de grado y posgrado.

Algunos investigadores, ex miembros de la Fundación Bariloche fueron convocados para ser parte de la estructura del IIB. Así fueron sumándose destacados científicos de las ciencias biológicas como el Dr. Rafael Pont Lezica, el Dr. Rubén Conde y posteriormente, el Dr. Augusto (Chicho) García, la Dra. Norma Pucheu, la Dra. Norma Kerber y el Dr. Gustavo Daleo  para integrar el Departamento de Biología de la FCEyN. Gran parte del equipamiento provino de la Fundación Bariloche, incluyendo su biblioteca, pero también se sumó material adquirido gracias a la ayuda de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires. Sin dudas, esto representó un antes y un después para las incipientes carreras de Licenciatura y Profesorado en Biología.

Gustavo Daleo, ex director, investigador y ex rector de la UNMDP recuerda: “Hice la tesis doctoral en la Fundación Campomar, donde conocí a Rafael Pont Lezica. Cuando, al igual que muchos otros, fui cesanteado de mi cargo docente en la UBA, Pont Lezica me ofreció incorporarme a la Fundación Bariloche. Una vez doctorado, partí con mi familia, esposa y un hijo, a Bariloche.  Allí inicié una fructífera relación laboral con Pont Lezica, pero antes de los dos años la dictadura destruyó la Fundación Bariloche y, ya con dos hijos y uno en camino, migré a Estados Unidos. Durante el segundo año de postdoctorado en el Biochemistry Department, Michigan State University, comenzaron las gestiones para recrear en Mar del Plata el grupo de Bariloche, y en diciembre de 1979, me incorporé a la FCEyN de la UNMDP, inicialmente al Departamento de Biología, aunque trabajando en estrecha colaboración con Pont Lezica y vinculado al IIB. Mi incorporación oficial plena al IIB se produjo en 1989 y con mi grupo de investigación ocupamos los laboratorios 5 y 6”.

Se establecieron líneas de investigación en Bioquímica y Fisiología de Plantas, Animales y Microorganismos. Rápidamente, varios estudiantes llenaron los laboratorios del primer IIB, de otras ciudades o de las primeras camadas de la Licenciatura para realizar sus doctorados, siendo el primer Doctor de la Facultad, Lorenzo Lamattina, quien actualmente se desempeña como investigador superior del CONICET y ha sido galardonado con el Premio Houssay a la trayectoria 2018, además del Premio Guggenheim 2005, Premio Bunge y Born 2006 y Premio Konex 2013.

En febrero de 1989 se realizó la separación entre el IIB-FCEyN y el CIB-FIBA, y el Dr. Pont Lezica se mudó definitivamente al exterior. La dirección del IIB quedó en manos del Dr. Conde y comenzó una etapa entre 1990 y 1993 cuando varios de los becarios que se habían doctorado y que estaban en el exterior volvieron a establecerse en el país para dar impulso a nuevas líneas en Biología Molecular.

“Me incorporé al IIB como tesista de grado a través de una beca de entrenamiento de la CIC. Desde entonces y hasta la actualidad fui parte ininterrumpida del Instituto, con excepción de un período de estudios posdoctorales en el extranjero. En los pasillos del Instituto construí mi vocación científica y ejercí la responsabilidad de hacer ciencia de la mejor calidad posible, además de ser el lugar donde hice muchos amigos y amigas de toda la vida”, rememora Claudia Casalongué. Y agrega: “Pienso que, desde esos momentos, se forjó esa especie de admiración por los investigadores que fundaron el IIB y al mismo tiempo, el compromiso casi pasional por lo que hago y por trabajar en la UNMdP como parte de las instituciones públicas que aseguran el desarrollo de la ciencia”.

El cambio de siglo trajo consigo la nueva generación con LorenzoLamattina como Director, Laura De la Canal como Vicedirectora y Claudia Casalongué como Secretaria. Producto de las políticas nacionales favorables para el sistema científico se incorporaron varios investigadores y en el 2007, el IIB se estableció como Instituto de doble dependencia entre el CONICET y la UNMdP.  Llegaron nuevos premios y reconocimientos y más adelante prestigiosos subsidios internacionales.

Fueron décadas de caídas económicas y momentos difíciles socialmente, pero el Instituto continuó consolidándose científica y humanamente.

Los nuevos desafíos

En estos 40 años de historia, el IIB ha mostrado un fuerte compromiso con la formación científica de recursos humanos de excelencia, formando investigadores y docentes con un alto nivel competitivo tanto nacional como internacional. Desde su fundación a 1989 la dirección estuvo a cargo del Dr. Pontis, luego asumió hasta 1993 el Dr. Conde,  le siguió Sanchez hasta 1998, luego el Dr. Lamattina hasta el 2004, a continuación el Dr. Daleo hasta el 2018, y nuevamente hasta el 2020 fue director el Dr. Lamattina. Actualmente, la Dra. Casalongué se desempeña como directora interina.

Hoy, el IIB reúne alrededor de 100 miembros incluyendoinvestigadores, becarios, estudiantes y personal de apoyo que día a día trabajanpara contribuir con evidencias originales acerca de las bases bioquímicas y moleculares de los fenómenos de la viday la búsqueda de soluciones sustentables para el entorno socio-productivo. Cuenta con una superficie de 914 m2 distribuidos en dos edificios y entre ambas sedes funcionan doce laboratorios adecuadamente equipados para el desarrollo de proyectos de investigación, con cámaras de crecimiento de plantas y microorganismos, un bioterio y un invernáculo en construcción.

Hasta el momento,el IIB ha desarrollado las áreas fundacionales y se ha fortalecido también, en Biología Celular, Fisiología, Biología Molecular, Bioinformática y Biotecnología, Microorganismos y Gametas. Por su ubicación estratégica cerca del mar y el campo se intenta valorar el acervo genético marino como otros recursos marinos y pesqueros con alto potencial en diferentes campos industriales incluyendo agricultura, ganadería, maricultura y piscicultura. Además ha desarrollado varios proyectos de alcance social y productivo algunos de ellos en colaboración con la Unidad Integrada Facultad de Ciencias Agrarias-INTA, Balcarce, INIDEP, instituciones educativas públicas y privadas, centros asistenciales del Municipio de General Pueyrredóny otros espacios.

Hoy, Casalongué y Zabaleta tienen el desafío de la dirección del Instituto con más larga historia en la ciencia marplatense. Actualmente, la masa crítica de sus integrantes sumado al financiamiento otorgado por parte de CONICET, UNMdP, CIC y ANPCyT, le permiten al Instituto plantearse nuevos desafíos científicos-tecnológicos en un campo amplio de investigaciones fundamentales en microorganismos, animales y plantas  incluyendo también, biotecnología, ambiente y salud. La accesibilidad a los recursos del Mar y su inserción en una de las zonas agrícolas más productivas del país le han brindado al IIB una oportunidad excepcional para ahondar en temas estratégicos para la región el país y el mundo.

En dicho sentido, a través del proyecto institucional PUE-CONICET se han fortalecido más recientemente, las investigaciones en Biotecnología Marina, la cual representa uno de los ejes de acción de la Ley Nacional Pampa Azul. A través de dicho eje, el IIB articula sus investigaciones con los objetivos del nuevo Centro Inter-Institucional de Investigaciones Marinas Mar del Plata (CIIMAR). La concreción de esta última iniciativa impondrá nuevos desafíos al IIB  tendientes a armonizar parte de sus objetivos científicos en investigaciones multidisciplinarias dirigidas a estudiar el reservorio de biodiversidad marina y a desarrollar nuevos desarrollos biotecnológicos a partir del aprovechamiento integral de los recursos marinos y pesqueros. “En mi opinión, el IIB deberá seguir desarrollando sus investigaciones y actividades docentes con el mejor “clima” posible e imponerse el desafío de hacer un trabajo científico altamente profesionalizado con la mayor fuerza ambiental y social posible”, manifiesta Casalongué.

Y Eduardo Zabaleta, actual vicedirector y posiblemente, futuro director del Instituto, agrega: “Creo que el desafío más importante para los próximos 10 años, es posicionarnos como un Instituto líder en Ciencias Biológicas y  Biotecnología en la región, desde diferentes ángulos incluyendo la investigación básica en organismos terrestres y marinos y aplicada enfocada en bioprocesos,  productos bioactivos, bioprospección, entre otros. Y esto está estrechamente relacionado a conseguir un espacio edilicio nuevo que articule con el proyecto del Faro acorde al número de investigadores que somos y que podemos ser, como así también poder conseguir un salto cualitativo respecto del equipamiento y facilidades accesibles para todos los grupos del Instituto. Lamentablemente en Argentina esto es difícil por los altísimos costos que requiere, pero no hay que dejar de intentarlo”.

Nuevos desafíos humanos y científicos, mirada hacia el futuro con conciencia del pasado, 40 años de historia que dejan recuerdos, procesos, descubrimientos y muchas anécdotas.

Daleo concluye: “Habiendo pasado en el IIB casi cuarenta años, todo está relacionado: mi historia personal, familiar, laboral. Con el retorno a la democracia fue el lugar de mis inicios en política y gestión universitaria, actividad que ocupó gran parte de mi vida. Las frecuentes visitas de mis hijos al IIB contribuyeron a que ellos mismos desarrollaran amor por el conocimiento. Finalmente, mencionaría que es el lugar de mis contribuciones más concretas a la sociedad. Es el lugar en el que transcurrió toda mi carrera hasta mi jubilación, como investigador, docente, referente de tantos otros profesionales y el que tuve el honor de dirigir durante muchos años”.

Estas palabras finales de Daleo, son iguales a las de Casalongué, Zabaleta, Laxalt, Conde, Guevara, Daniel, Foresi, Pinedo, Paggi, Marchessi, De Castro, Andreú y una centena de científicos y científicas o “iberianos e iberianas” que  han construido estos 40 años y seguirán haciendo historia en el Instituto de Investigaciones Biológicas.

Fotografías gentileza Instituto de Investigaciones Biológicas (IIB,CONICET-UNMDP) y Fundación para Investigaciones Biologicas Aplicada (FIBA)

Por Sabrina Aguilera-Departamento de Comunicación CONICET Mar del Plata